Naturalmente, acompanadas del costo rotundo de la sobre esas «noches calientes».

Maruszewski, como todo el mundo las pajaros nocturnos de su clase, era apto sobre refutar con desparpajo la presencia de prostitutas en su local, aunque bastaba alojar la cabeza en la discoteca y anteriormente sobre que la retina se adaptase a la oscuridad, te encontrabas con una chica colgada del cuello, que susurraba en tu oido cosas como: «You have to go home with me tonight.»

Habia dias tranquilos, aunque el camino inclusive la pastilla llevaba habitualmente aparejado escuchar ofertas en ingles, en las que lo mas dulce desplazandolo hacia el pelo romantico solia ser: «Do you want a warm night with a russian girl?»

Una modelo rusa con la bandera sobre Rusia.

Un pudibundo residente habia protestado, argumentando que su «decente esposa» -la origen sobre sus hijos- habia escuchado en los lavabos a las chicas debatir en voz la mi?s superior las preferencias sexuales sobre las extranjeros, sin embargo era esa decadente composicion de putas hermosas, rusos millonarios, mafiosos caucasianos, empresarios y no ha transpirado corresponsales extranjeros lo que hacia al Night Flight tan particular.

En sintonia con la terminologia local era preciso apreciar que las centenares de esplendidas chicas que ofrecian las favores carnales alla, en el Hotel Cosmos, en el Intourist o en el Casino del Hipodromo, donde corrian las divisas fuertes, no eran prostitutas sino businesswomen.

No habian llegado al extremo sobre aceptar tarjetas de credibilidad, como era habitual en las «casas sobre masaje» de Madrid o Barcelona, sin embargo tenian un nivel sobre formacion razonablemente elevado asi­ como solian hablar el ingles imprescindible para no equivocarse en las cuentas asi­ como disponer cachondo, con cuatro obscenidades, al penitente en disputa.

Las putas conocian a los porteros, unos tipos que parecian elaborados por la misma firma que hizo las Piramides de Egipto, intercambiaban bromas con los empleados del recibidor desplazandolo hacia el pelo alternaban con las que contaban ciertamente en la vida nocturna: recepcionistas, mafiosos, policias, taxistas y camareros.

En caso de que eran aficionadas, ni siquiera se preocupan sobre conservarse anonimas. Nunca les hacia falta.

Su actividad «empresarial» nunca estaba socialmente mal mirada.

Vladimir Puti?n hacie?ndose selfie con unas novias moscovitas, liga al Mausoleo de Lenin, en la Plaza Roja sobre Moscu?.

No era la pobreza lo que empujaba a esas muchachas, casi todas rubias, esbeltas asi­ como con porte sobre bailarinas, an ofertar el «griego», el «frances completo» o «picardias orientales» a las bandadas de turistas, corresponsales asi­ como ejecutivos que desembarcabamos periodicamente en Moscu.

Lo hacian por motivo de que era la unica manera de conseguir dolares y no ha transpirado por lo tanto de comprase ropa bonita, condumio masticable o electrodomesticos modernos.

Hubo un lapso en que el momento de placer incluia ademas grabacion sonora y no ha transpirado en ocasiones cinematografica, todo a cargo del aparato sobre rodaje del KGB, sin embargo tras el cataclismo comunista del 19 de agosto de 1991 esas practicas asi­ como las chantajes posteriores habian sido abolidos.

La reglamento vigente, que seguia estando la que impusieron los fanaticos puritanos bolcheviques detras de la toma del Palacio de Invierno, nunca prohibia la prostitucion.

Igual que ocurria en la Cuba sobre Fidel Castro, resultaba hasta ‘moral que en el «paraiso comunista» la esforzada trabajadora pudiera ganarse el sustento practicando una de estas lacras mas «aberrantes» del modo capitalista.

Veteranos rusos de la II Guerra Mundial.

La efecto, como pasaba en Cuba, podri­a ser a las putas nunca las arrestaban por ejercitar la prostitucion, sino por traficar con moneda extranjera o aplicandoles la ley acerca de «parasitismo social».

Con el fin de eludir a un policia celoso, las alegres chicas de la noche moscovita se veian forzadas an utilizar sobre la tapadera.

Mas sobre un habitual del sexo de pago esbozo en aquellos tiempos turbulentos la sonrisa sardonica, la vez concluida la corto trabajo, al oir a la rubia que se vestia presurosa declarar que era funcionaria del Ministerio sobre Agricultura, trabajaba en una factoria sobre excavadoras o estudiaba leyenda del Arte, y no ha transpirado, sin embargo, solia suele ser cierto.

La chica sovie?tica busca?ndose la vida dentro de los turistas desplazandolo hacia el pelo esquivando a la polici?a cercano d el Plaza Roja de Moscu?.

Para eludir las arrestos por «vagancia», las fulanas necesitaban figurar legalmente igual que empleadas o estudiantes, lo que se logra soltando unos rublos, las suficientes, para que el jerarca sobre turno, el director sobre departamento o el sesudo catedratico, se hiciera el sueco y no ha transpirado no reflejase en su informe las permanentes ausencias de la interesada.

De las putas de Moscu ese chiquito desembolso anadida nunca representaba enorme cosa. Realmente, ganaban en media hora, con una fellatio a un libidinoso empresario germano, lo que su de arriba cobraba en al completo un anualidad.